sábado, 11 de diciembre de 2010

El panadero de mi pueblo

Desde siempre el panadero de mi pueblo ha mostrado un comportamiento muy extraño: los domingos no hace pan, y esto nos obliga a comprar pan para dos días el sábado.

Aunque una vez que te acostumbras a este extraño comportamiento no resulta para nada molesto, mi curiosidad de psicólogo me llevó a investigar las razones de tal rareza en su conducta, así que pedí al panadero de mi pueblo que me permitiera observarlo durante varios días y recopilar datos para descifrar el misterio de su conducta.
Mi intuición y una revisión profunda de la literatura existente me decían que el panadero hacía el pan con las manos. Mis dudas se despejaron cuando él mismo me confesó “A mí me gusta trabajar la masa con las manos, no sale igual con tanta maquinaria”.
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lunes, 29 de noviembre de 2010

Psicología y explicación del comportamiento

Conductistas vs Cognitivos; mecanicismo vs contextualismo funcional; biología vs ambiente… En psicología hay multitud de paradigmas y formas de entender la conducta. La cuestión es ¿quién tiene razón? Pues todos y ninguno. Todos porque todos tienen parte de razón, ninguno porque, a pesar de sus pretensiones, ninguno es capaz (ni lo será jamás) de dar por sí solo razón de la causa de la conducta.

La razón es que para poder comprender la conducta hay que mirar a diferentes lugares, y ningún paradigma abarca de forma adecuada a todos ellos. (Hay aproximaciones conciliadoras que en realidad poco aportan). Aunque en realidad no sería ningún problema que la psicología sea multiparadigmática, el problema es que a pesar de serlo se siga peleando por un paradigma único, cada uno el suyo, por supuesto.
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martes, 9 de marzo de 2010

La gente enfadada

Últimamente me estoy dando cuenta de la cantidad de gente que hay enfadada en el mundo, o de la facilidad que tenemos para hacerlo. Cuando una persona muestra una opinión diferente a la nuestra los de su alrededor no se limitan a rebatirla o intentar comprenderla, sino que directamente pasan al enfado. Incluso cuando nos dicen una opinión que compartimos, si no lo hacen con los matices o las palabras adecuadas nos enfadamos también.
Hace poco, en sesión clínica, una pareja coincidía en las pautas de educación para sus hijos. Cuando el marido dijo lo mismo que su mujer, para mostrar su acuerdo con ella, esta le recriminó: “¡Pues si eso es lo que he dicho yo!” En vez de asentir con la cabeza en señal de aceptación.
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