sábado, 11 de diciembre de 2010

El panadero de mi pueblo

Desde siempre el panadero de mi pueblo ha mostrado un comportamiento muy extraño: los domingos no hace pan, y esto nos obliga a comprar pan para dos días el sábado.

Aunque una vez que te acostumbras a este extraño comportamiento no resulta para nada molesto, mi curiosidad de psicólogo me llevó a investigar las razones de tal rareza en su conducta, así que pedí al panadero de mi pueblo que me permitiera observarlo durante varios días y recopilar datos para descifrar el misterio de su conducta.
Mi intuición y una revisión profunda de la literatura existente me decían que el panadero hacía el pan con las manos. Mis dudas se despejaron cuando él mismo me confesó “A mí me gusta trabajar la masa con las manos, no sale igual con tanta maquinaria”.

Y formulé mi hipótesis: En las manos del panadero estaba la respuesta a la falta de pan de los domingos. Así que durante un mes registré todos los días el pan amasado y la actividad de sus manos.
Conforme avanzaban los días la observación experimental me decía que iba por buen camino, y se confirmaron todas las hipótesis cuando realicé el análisis de los datos y las pertinentes correlaciones. Efectivamente, había una alta correlación (y de signo positivo) entre el movimiento de las manos y la cantidad de pan amasado (cuanto más movimiento manual se daba en un día, más pan amasado, y cuanto menos movimiento, menos pan amasado).

Así que ya tenía la razón por la que no hacía pan el panadero de mi pueblo los domingos: Los domingos no hacía pan por un déficit en la movilidad de las manos.

Deseoso de poder replicar y confirmar estos resultados busqué panaderos que por alguna razón hubiesen perdido la motricidad de las manos, o las manos directamente.

Cuando encontré a suficientes panaderos como para poder generalizar los resultados de mi estudio recogí información acerca de su conducta de hacer pan y comparé ésta antes y después de perder las manos (o la movilidad de estas según el caso). Los resultados eran concluyentes: todos habían dejado de hacer pan cuando habían perdido las manos o la movilidad en ellas (la significación estadística no dejaba lugar a dudas, siendo menor a 0,01).

Así que, cuando esta semana de puente el miércoles no hizo pan el panadero de mi pueblo, yo sabiamente le expliqué a mis familiares y amigos que eso se debía a un déficit en el movimiento de las manos del panadero. Se rieron y dijeron no sé qué de un día de fiesta, pero cuando les entregué los resultados y conclusiones de mi estudio seguro que quedaron convencidos y agradecidos por la información.

Y en general esta es la investigación que a menudo se hace en psicología y otras ciencias del comportamiento. Las personas con esquizofrenia tienen alucinaciones por una hiperactividad de cierta área cerebral, y los estudios demuestran estos datos porque hay una alta correlación entre activación del área cerebral y las alucinaciones (las manos del panadero se mueven más cuando hace pan) y además deja de haber alucinanciones si inhibes esa área cerebral (si le cortas las manos el panadero deja de hacer pan).

En la anorexia también hay otro área cerebral implicado, o algún neurotransmisor, en la depresión también y lo mismo en la ansiedad. Todos los trastornos mentales tienen causa biológica y se tratan con psicofármacos (un domingo le di anfetaminas al panadero de mi pueblo y se ve que le quité el déficit de movilidad de las manos, porque el tío hizo más pan que durante toda la semana, decía que no podía parar de amasar).

No hay comentarios: