sábado, 11 de diciembre de 2010

El panadero de mi pueblo

Desde siempre el panadero de mi pueblo ha mostrado un comportamiento muy extraño: los domingos no hace pan, y esto nos obliga a comprar pan para dos días el sábado.

Aunque una vez que te acostumbras a este extraño comportamiento no resulta para nada molesto, mi curiosidad de psicólogo me llevó a investigar las razones de tal rareza en su conducta, así que pedí al panadero de mi pueblo que me permitiera observarlo durante varios días y recopilar datos para descifrar el misterio de su conducta.
Mi intuición y una revisión profunda de la literatura existente me decían que el panadero hacía el pan con las manos. Mis dudas se despejaron cuando él mismo me confesó “A mí me gusta trabajar la masa con las manos, no sale igual con tanta maquinaria”.
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